A partir de los 40 años, los hombres experimentan cambios anatómicos y funcionales que pueden ser indicadores de diversos padecimientos. A partir de esta edad, aumentan las probabilidades de experimentar dificultades con su funcionamiento y de enfermedades, como el cáncer de próstata.
Desafortunadamente, si se tienen antecedentes familiares de este tipo de cáncer, aunados a otros factores de riesgo, puede manifestarse antes de los 40 años.